Kalle Rovanperä, una figura que parece no tener techo
Kalle Rovanperä: Hay deportistas que nacieron tocados por una varita mágica. Por resultados, por carisma, por trascendencia en otros ambientes o por gestas heroicas que serán inolvidables, el destino quiso -y querrá- que esas figuras marquen un antes y un después en la historia de sus respectivos deportes.
En ese selecto grupo de nombres propios se inscribió, con la intrepidez de la juventud y con el ímpetu de quien se sabe distinto, el finlandés Kalle Rovanperä.
A los 9 años se hizo conocido por un video que se volvió viral. Con rostro de pequeño, pero con un semblante que transmitía tranquilidad en un escenario plagado de adrenalina, el joven Kalle sorprendía al mundo con una destreza innata al volante de un poderoso Toyota Starlet (por supuesto adaptado al en la medida del volante y los pedales).
Podría haber sido un caso más de los cientos que aparecen fugazmente para llenar portales de noticias y el ciberespacio de las redes sociales, que lo rotularon como “la futura estrella del deporte” y la “promesa del rally finlandés”. Y que después, como sucede comúnmente, desaparecen con la misma rapidez que los impulsó al efímero estrellato.
Pero no. Esta vez no fue así. Kalle Rovanperä sostuvo su reconocimiento a lo largo del tiempo y demostró, a su corta edad, que tenía pasta de campeón y que recolectaba un cúmulo de características que sólo exhiben los que están destinados a marcar un antes y un después en su paso por la historia del Rally (en este caso).
La explicación es simple. Kalle mamó la pasión por la velocidad desde pequeño por ser hijo del ex piloto Harri Rovanpera, que fue protagonista en el Mundial de Rallies entre las temporadas de 1993 y 2006.
Con esos antecedentes y con un futuro promisorio, las oportunidades fueron apareciendo en su camino de manera sucesiva y, por supuesto, con un merecimiento lógico. Red Bull le propuso (a la misma edad que al neerlandés Max Verstappen -bicampeón de Fórmula 1- y una de las principales figuras del mundo motor) apoyarlo en sus primeros pasos dentro del Rally Mundial porque vieron en él todos los requisitos que reúnen las futuras -y no tan futuras- estrellas.
Esa confianza la devolvió con creces. A su insondable talento entre el volante y la butaca lo complementó con voluntad en el aprendizaje en su regodeo con pilotos de primer nivel, ambición de crecimiento, compañerismo y una autocrítica constante a sus cualidades en pos de un solo deseo: mejorar cada día más.
En su extensa lista de ítems por cumplir, Kalle se encargó de ir tachando un objetivo detrás de otro. A los 14 años (y después de un extenso raid de su padre para tramitar permisos que lo dejaran competir a esa edad) pudo hacer su estreno oficial en Letonia. Claro que, en simultáneo, no tenía el registro para conducir en la calle por su corta edad. El copiloto que lo acompañó en sus primeros pasos fue un responsable de confianza: Risto Pierilainen, copiloto de su padre, Harri.
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La oportunidad en el plano internacional, y en el primer nivel, llegó en 2017 a bordo de un Ford Fiesta R5 de M-Sport. Esa misma temporada, en Australia, se erigió como el piloto más joven en sumar puntos (a sus 17 años) World Rally Championship 2, la categoría telonera del Campeonato Mundial de Rally.
Cuando dio el salto a la categoría madre del Rally Mundial, no defraudó. Su performance fue superlativa y en la competición de Suecia, en la temporada 2020, se convirtió en el nombre propio más joven en lograr un podio, a sus 19 años, y también en encabezar una prueba.
Fue una ráfaga: un puñado de logros conquistados en tiempo récord. El camino ascendente, pero no por eso sorprendente, de la figura que prometía ser una estrella y que irrumpió antes de lo esperado para revalidar todas las teorías que se habían elucubrado sobre su talento y, sobre todo, su rendimiento.
El campeonato del calendario 2021 lo inició con todo su repertorio de cualidades a simple vista. Después de las dos primeras fechas, con sus jóvenes 20 años, cuatro meses y veintiocho días escribió su nombre en la historia del Rally como el líder más joven en la historia del Mundial.
El paso siguiente (en realidad la única deuda que tenía para consigo mismo) era el campeonato. En su esfuerzo por ser el mejor, y demostrarlo, se mostró vulnerable y cometió errores propios de un joven que busca los límites para saber hasta dónde llega el control sobre su unidad. Ante las incipientes críticas, Kalle fue sincero y auténtico. “No logro entender por qué no me dejan ser tan crítico con mi propio manejo. Siempre apunto a ser el más rápido y el mejor. Obviamente que un mal resultado nunca es bueno, nadie busca eso. Lo que yo quiero, como cualquiera de mis rivales, son buenos resultados. Es decir, luchar por transformarnos en los mejores”.
Afianzado, consciente de sus aptitudes, reflexivo y temperamental fue creciendo paso a paso como piloto integral. Esa búsqueda, respaldada por un contexto que siempre lo contuvo para que no se cegara con los elogios, dio sus frutos: la temporada 2022 tenía preparada para él un logro, el sueño con el que se despertó cada mañana de su vida.
De las primeras cuatro competiciones del año ganó tres. Fue casi imbatible. Brilló con efectividad y solvencia. El rendimiento se sostuvo y a falta de dos carreras para el cierre del calendario se coronó en la categoría más importante del planeta.
La historia ya estaba decretada y, en esta oportunidad, de manera completa: se alzó con el título con 22 años recién cumplidos. Y, además, desbancó de ese récord a una leyenda del deporte como Colin McRae, que había sido el campeón más precoz de la categoría con 27 años y 109 días. Es decir que el actual monarca de la categoría tiene aún casi cinco años para continuar cosechando coronas hasta alcanzar la fecha en la que el escocés gritaba campeón por primera vez en su historia.
Sólo él sabe cuál es su techo. Y sólo su inagotable deseo por destacarse en el primer nivel le indicará cuál será la ruta de su éxito. Una ruta que, por ahora, parece dominar como las pistas sobre las que impresiona al público alrededor del Mundo.
Video de Kalle que lo hizo viral a los 8 años de edad
Onboard Kalle Rovanpera Monte Carlo
Autor: Stefano La Rosa